Hockey Casablanca

sábado, 10 de abril de 2010

Historia del Hockey Sobre Patines!




Principios del hockey sobre patines en el mundo.

Los orígenes del hockey sin patines se remontan al año 478 A. C. En Grecia en ese año se encontró un bajo relieve que mandó a construir Temístocles en el cual se podían observar jugadores haciendo un “bullyn” con que comenzaba el partido. La información que aparece es poco precisa, se cree que un joven holandés llamado Vadede, fue el que le puso ruedas a sus patines de hielo en lugar de cuchillas. Los primeros patines solo tenían una rueda cada uno y a partir de ahí se fueron perfeccionando hasta llegar a los que en este momento se utilizan.

El origen del hockey sobre patines se remonta hacia el año 1710 como derivación del patinaje sobre hielo. Desde su inicio en Inglaterra, en el Condado de Kent, hasta nuestros días ha ido evolucionando considerablemente y de manera positiva. Primeramente los patines tenían tan solo una rueda y se mantenían al zapato mediante un eje y unas correas, mas tarde aparecen los de dos ruedas y después de tres, llegando al actual de cuatro ruedas, que han pasado a ser de fibra, después de otros materiales como madera, hierro y aluminio, Estos materiales han ido mejorando el peso de los patines considerablemente y con ello se ha conseguido más ligereza y movilidad. En España se introdujo en 1915 con reglas parecidas a las de Hockey sobre hierba que curiosamente solo permitían cinco jugadores con la particularidad de que si los jugadores sufrían alguna avería se quedaban con uno menos, hasta que se reparaban los patines y volvía a la pista.

El primer campeonato internacional se jugo en el hipódromo de París en 1910. Suiza adquirió pronto un destacado papel, construyendo una moderna y lujosa pista en 1924. Se dio lugar a la reglamentación de las normas de juego a raíz de fundarse la Federación Internacional de Patines de Ruedas en el casino de Montreux, con el primer presidente que lo fue el señor Fred Renkewitz. Solamente cuatro naciones respondieron al llamado: Alemania, Inglaterra, Francia y Suiza. En el segundo congreso celebrado en Montreux en 1925 participaron además Bélgica e Italia. Unos de los objetivos era llevar el patinaje a los cinco continentes, premisa básica para poder llegar un día a ser admitidos como deporte competitivo en los juegos olímpicos, vieja aspiración aún latente en nuestros días. Una vez creada la F.I.P.R. y con la afiliación a la misma de varios países continentales, se vio la posibilidad de organizar un torneo a escala europea.


Así en 1926 en Inglaterra se inauguraba el primer campeonato de Europa, que equivalía al campeonato del mundo, lo que se mantuvo hasta 1957 en que por última vez, europeo y mundial tenían el mismo valor, con celebración anual.


Seis países intervinieron en la primera edición que tuvo a Inglaterra, como campeón en las pistas de Herne-Bay. Durante varias ediciones Suiza e Inglaterra se alternaron a la hora de ser sede del europeo, al tener dos pistas adecuadas para estos eventos.


En 1929 se incorporaría Portugal y España. Alemania surge vibrante en 1936, año olímpico de Berlín. Hitler quería perpetuar el deporte buscando celebrar acontecimientos deportivos que hicieran resonar el nombre del país por todo el mundo. El proyecto era ambicioso. Stuttgart sería la sede del europeo-mundial de hockey sobre patines. Al término de este campeonato el primer país no europeo afiliado fue Egipto. Posteriormente sería Holanda, Irlanda, Canadá, EE.UU., Nueva Zelanda y Australia quienes entraron a formar parte de la F.I.P.R. España se adhería a la F.I.P.R. en 1946, y en 1947 intervenía en el europeo de Lisboa. Fue un acontecimiento deportivo con resonancia mundial. Este éxito promovió las afiliaciones de Chile, Argentina, Cuba, Uruguay, Colombia, Brasil, Venezuela y Japón entre otros. De las remotas épocas de Montreux y Herne-bay se pasaba a las dinámicas y modernas de Lisboa, Oporto, Madrid, Barcelona, Milán y Ginebra. Por primera vez el continente americano albergaba un mundial. Santiago de Chile en 1962 fue el marco de un mundial inolvidable como lo seria Sao Pablo en 1966, San Juan de Argentina 1970 y 1978, Talcahuano y Concepción de Chile 1980. Prácticamente todos los equipos estaban localizados en Cataluña y existía solo 1ª y 2ª división. Hoy esto ha cambiado y existe más competencia autonómica pero aun así se necesita potenciarlo en muchas regiones de España.